14 de marzo de 2012

El color en el diseño de interiores


En la entrada de hoy queremos hacer referencia a los colores en interiorismo. 

Estos poseen una energía vibrante propia que pueden afectar a todas las células del cuerpo, ejerciendo un impacto en nuestro estilo de vida. Pueden provocar sentimientos y asociaciones de un modo positivo y negativo a la vez. Por este motivo es tan importante saber escoger el color de nuestras estancias.

  • BLANCO: es el color de la paz y de la pureza. Es frío, silencioso y crea sensación de infinito. Se utiliza para potenciar la luz natural del exterior, consiguiendo de este modo ampliar los espacios.



  •  ROJIZOS: es el color de la vitalidad, del fuego, de la sangre y la pasión. Si lo usamos solo, este puede dar la impresión de ahogo, la estancia parece más pequeña y pierde en luminosidad. Una buena combinación se consigue combinando este con madera o piedra.



  • AZULES: es un color relajante y tranquilo. Las diferentes combinaciones con tonalidades azules, crean ambientes fríos y despejados. Se aconseja evitarlos en comedores, habitaciones frías y oscuras, entradas y escaleras.





  • VERDES: es el color más tranquilo y sedante. Recuerda el frescor, la vegetación y el mundo natural. Este refresca, agranda los espacios y crea tranquilidad.


  • AMARILLOS: es el color más luminoso, cálido y ardiente. Este da luz y crea un ambiente relajado y sosegado. Si se combina con rojizos aporta alegría y viveza y con verde gana frescura.



  • NARANJAS: este color tiene una fuerza activa, radiante y expansiva. Realzan el mobiliario y los complementos, y dan a la estancia una sensación de calidez y bienestar. 



  • NEGRO: este color se debe usar en detalles complementarios, porque el color negro cuando abunda demasiado, crea una sensación de algo negativo. En cambio, si se usa con buen criterio, este confiere elegancia.